El siguiente es un método muy sencillo para las personas que
aprenden predominantemente de forma auditiva y visual. Cabe mencionar que los
métodos no son mutuamente excluyentes y existe la posibilidad de utilizar un
hibrido que nos funcione mucho mejor.
Este método consiste en escribir el texto que nos queremos aprender en una tarjetita de cartoncillo o las llamadas fichas bibliográficas en blanco. En la esquina superior izquierda escribimos la cita bíblica, luego el texto en el centro, y debajo la cita bíblica nuevamente. La tarjetita quedaría como la siguiente:
Este método consiste en escribir el texto que nos queremos aprender en una tarjetita de cartoncillo o las llamadas fichas bibliográficas en blanco. En la esquina superior izquierda escribimos la cita bíblica, luego el texto en el centro, y debajo la cita bíblica nuevamente. La tarjetita quedaría como la siguiente:
Es muy impórtate asegurarnos que escribimos correctamente el
texto y escribimos la cita bíblica correcta. Después de haber memorizado algo es
muy difícil corregir el error, así que cuando memoricemos algún texto debemos
asegurarnos de hacerlo bien a la primera. No hay nada más desagradable que
memorizar un texto con una cita que no es, o saber el texto con palabras de más
o de menos.
Una vez escrito en la tarjeta leeremos el texto en voz alta
las veces necesarias, repitiendo la cita antes y después del texto, dado que
para muchos es un poco complicado hacer la relación entre una cita y
determinado texto. Después de leerlo las veces suficientes, trataremos de decir
la cita y el texto sin ver la tarjeta; si llegamos a olvidar alguna palabra o confundirnos,
solo leeremos la tarjeta otra vez para recordar.
Así lo haremos hasta poder recitar la cita y su respectivo
texto satisfactoriamente, después de cada cierto tiempo, cada hora o cada dos
horas trataremos de recitar el texto sin ver la tarjeta, si llegamos a olvidar
algo la tendríamos que leer nuevamente.
Se recomienda una tarjetita como esa para poder llevarla con
nosotros todo el día y poder hacer esto cada cierto tiempo, después de intentar
recitar el texto las veces necesarias durante el día, esperaríamos haber
memorizado el texto satisfactoriamente. Yo recomiendo ponerle la fecha al
reverso a cada tarjeta y guardar las tarjetas para después poder refrescar
nuestra memoria si se nos llega a olvidar alguna palabra o la cita de algún
texto.
Existe algo llamado la curva del olvido lo cual es una ecuación
que describe la intensidad del recuerdo en función del tiempo, después hablaré acerca
de esto. Por ahora simplemente diré que (como es lógico) con el tiempo las
cosas se nos pueden olvidar, para evitar que un texto se nos olvide hay que recitarlo
continuamente, al menos unos días después de haberlo aprendido, depende de tu memoria.
Algunas personas con dos días pueden hacerlo otros necesitan hasta semanas. Para
eso son las tarjetas, para tener disponibles los textos y sus citas cuando los
necesitemos.