sábado, 10 de enero de 2015

Yo Puedo, y tú tambien puedes

Posted by Unknown On 1/10/2015


Aunque soy relativamente novicio en el evangelio (poco más de 4 años), he escuchado en repetidas ocasiones la célebre frase y sus multiformes presentaciones; “yo no puedo, ya estoy muy viejo(a)”, “Yo tengo mete de teflón”, “Es que a mí no se me quedan las cosas”, etc.

Generalmente la gente adulta y de mayor edad es la que se escuda en este paradigma cristianoide, que no es posible aprender más textos de la Biblia o sus respectivas citas, sin embargo los jóvenes también resultan víctimas de estos paradigmas que han atormentado a laicos, jóvenes o veteranos e incluso ministros.

Debo decir que todos tenemos la capacidad de memorizar textos y sus respectivas citas, no importando edad, ni preparación intelectual. Como ejemplo de esto debo decir que la memoria es una función fascinante del cerebro, pues mi bisabuela a sus casi 100 años podía recitar a la perfección el salmo 23, y creo haberle oído recitar el 91 y el 27.

El cerebro además de ser un órgano, funciona también como un músculo, y cual músculo debe ser ejercitado. Debido a eso eruditos, estudiosos, acostumbrados a vivir con los libros y la información suelen dar la impresión de poseer una memoria increíble, pues han entrenado sus cerebros constantemente. Pero no crea que usted tiene que pasar por los mismos martirios intelectuales para ser capaz de memorizar textos.

Evidentemente hay personas más capaces que otras. Hay personas a las que Dios dotó de un intelecto sobresaliente, pero eso no significa que todos los demás mortales estemos impedidos para aprender, eso sí, lo que para los “genios” es sencillo, a muchos de nosotros no va a costar tiempo, esfuerzo, dedicación y disciplina. Todos podemos memorizar textos, solo que la mayoría de nosotros nos tendremos que esforzar un poco.

Con estos dos últimos párrafos pretendo señalar, que al principio, memorizar será difícil, pero cuando nuestra mente se ejercite, será cada vez más sencillo, entre más sepamos, más fácil será aprender. Y si te queda duda de saber si tú puedes aprender textos, intenta recordar el salmo 23, estoy seguro que muchos cristianos no saben ni como llego ese salmo a sus cerebros, yo, sinceramente no recuerdo cuando me lo aprendí.

Si tú puedes mencionar un número telefónico, el nombre de un amigo, de una película, el Titulo de algún libro, el nombre de algún equipo de futbol, eso es evidencia de que puedes almacenar información en tu mente. Lo más difícil es creer que tu también puedes aprender, memorizar y recitar textos completos con sus respectivas citas. 

Es muy común que algunas personas intenten memorizar algún versículo pero fracasen en el intento debido a que no saben cómo. Si a mí me dijeran que debo preparar lasanga (lasaña), pueden estar seguros que no lo haría bien, es posible que se me queme, o que quede cruda, o simplemente sepa mal. Yo les traeré recetas para que todos puedan memorizar textos.

Bendiciones.

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